Patinando con Serena

Llegaron a la pista y fueron al puesto de alquiler de patines.
- Para mi un 37 - dijo al dependiente.

- Yo un 39.
Miré a la pista y sonrei ampliamente, recordando mi infancia.
- Después podríamos tomar unos perritos calientes - dije animada.

- Con ketchup y mucha mostaza - la recordó con una sonrisa de oreja a oreja.
Recogieron los patines y G tiró de ella hacia la pista.
- Espero que no hayas perdido práctica, S.

Corrimos hacia la pista y me senté en uno de los banquitos para ponerme los patines.
- Patinar es como montar en bicicleta, nunca se olvida - dije sonriendo y la saqué la lengua.

Rió por el comentario y terminó de ponerse los patines. Andó con cuidado hacia la pista y comenzó a patinar.

Terminé de ponerse los patines e imité a G. Entré en la pista y comencé a patinar, recordando los viejos tiempos.

Cuando vió que S entró en la pista, patinó rápidamente hacia ella y la cogió de la mano.

Agarré fuertemente la mano de G y patinamos como cuando teníamos 8 años. No pude evitar reir tontamente.

Se unió a sus risas y aumentó la velocidad.
- Siiiii - gritó con una niña pequeña.

- Yuhuuu - gritó junto a G y siguió patinando.

Rió alocadamente y tras un rato de adrenalina, se dirigieron a las vayas.
- ¿Tomamos nuestro perrito caliente? - preguntó mordiéndose el labio inferior, animada.

- Con ketchup y mucha mostaza - repeti y la saqué la lengua.
Salimos de las pistas, quitándonos los patines y nos dirigimos al puesto de Hot Dogs.

- Dos Hot Dogs con ketchup y mucha mostaza - dijo al dependiente del puestecito y miró a S con cara de ilusión.

Rei infantilmente y cogí mi perrito caliente, abriendo la boca más de lo normal para poder morder un bocado.

Rió por la cara de Serena y mordió el suyo.
- Vamos a un banco - dijo cuando se hubo tragado lo que tenía en la boca.

La seguí hasta el banco más cercano y me senté cruzada de piernas mientras seguia comiendo el hot dog.

Se sentó y se giró hacia S, comiendo su hot dog.
- No hay nada como recordar viejos tiempos ¿verdad?

Torci el gesto en duda.
- Depende de qué tiempos fuesen.

- Todos, S... todos fueron buenos.
Puso su mano en la mandíbula de S y la subió para que la mirase.
- ¿Eres capaz de negarme que no pasabamos genial?

Suspiré, tenía razón. Asentí con la cabeza y me llevé el último cacho de mi hot dog a la boca.

Sonrió triunfalmente. Siempre llevaba razón, quizás consiguiese que S volviese a sus viejos tiempos.
- Tranquila, el Green Pillow sin drogas y sin alcohol de mañana sigue en pie - dijo sonriendo divertida.

Asenti.
- Sin drogas y sin alcohol - dije, más para convencerme a mi misma que para convencerla a ella.

Sonrió de medio lado, quizás no le llevase tanto trabajo sacar el lado oscuro de Serena.
Terminó su hot dog.
- ¿Quieres venir a tomar algo a mi Suite?

- Prometi a Eric que le llevaría al teatro - dije sincera - si te apetece nos vemos más tarde.

- Genial - exclamó animada - ven a mi Suite cuando termines con tu hermano.
Se levantó, besó la mejilla de S y se fue a pedir un taxi para volver a su suite.