Guiada por Jenny

Georgina y Jenny llegaron al hotel tras coger un taxi.

Se volvió y miró a su 'guía'.
- Gracias cielo - dijo con una sonrisa - por cierto, mi nombre es Georgina, pero puedes llamarme G.
Le guiñó un ojo y se dió la vuelta, pero paró y volvió a mirar a Jenny.
- Ya que me has acompañado... ¿quieres subir y ayudarme a guardar mis cosas? - preguntó en un tono de voz dulce, lo cierto era que necesitaba una amiga.

Georgina le cogió de la mano y le dirigió a su Suite.
- ¿Diseñas? ¡qué interesante! - dijo mientras cerraba la puerta de la Suite - cuando tengas ropa me la enseñas, quizás te compre algo.
Abrió las maletas y comenzó a colocar cosas en el armario.

- ¿De verdad te gusta? - preguntó dulcemente - Si quieres puedes coger lo que quieras, para eso están las amigas ¿no?
Se volvió con una media sonrisa amable, esperando la contestación de Jenny.

G puso cara de estar ofendida.
- J, lo mio es tuyo a partir de ahora - dijo y se acercó a ella, quedando a pocos centimetros - solo tienes que serme fiel, como una amiga ¿entiendes no?
Sonrió dulcemente.

La sonrisa desapareció de su rostro.
- Solo quiero ser tu amiga ¿tan malo es eso?

- No te preocupes, yo te ayudaré - dijo volviendo a sonreir.
Volvió hacia su armario y rebuscó entre lo que había metido.
- ¿Te gusta? - preguntó enseñándole el vestido - estoy pensando en ponérmele para la próxima fiesta.

Spoiler:

- Me alegra que te guste - dijo devolviendo el vestido al armario - ¿Tienes amigas en el colegio?

Georgina, de espaldas a Jenny sonrió de medio lado. Se volvió y sonrió dulcemente.
- ¿De verdad? quizás puedieses presentármelas, no conozco a nadie en la ciudad... - mintió, fingiendo estar apenada.

- Seguro que sí - dijo sonriendo ampliamente.
Lo cierto era que la mala de Georgina estaba cogiendo cariño a aquella inocente muchacha. Quizás con un poco de esfuerzo y tiempo consiguiese volverle como ella.
- Y dime ¿dónde vives cielo? mañana pasaré a buscarte... ¿te apetece que desayunemos juntas?

- Como quieras - contestó sin insistir - podríamos ir a comprar ropa. Quiero ver si tienes buen gusto para ser diseñadora.
Le guiñó un ojo y guardó las maletas bajo la cama, pues ya había terminado de guardar la ropa.

Georgina miró con curiosidad a aquella chica. Le dió la impresión de que no quería salir con ella, pero ella nunca se rendía en lo que se proponía. Conseguiría a Jenny costase lo que costase.
- Claro, aunque quizás veas algo bonito que pueda regalarte - comentó tranquilamente - ya sabes, por ayudarme hoy.

- Ahora no, querida - comentó riendo - mañana para desayunar.
Se sentó en la cama y miró a Jenny dulcemente. Se preguntó si aquella chica sería atrevida o si era siempre tan tímida e inocente.

Observó como Jenny se tumbó en la cama y se inclinó hacia ella, besando su mejilla.
Después volvió a incorporarse.