Tomando cafe con Dom

Le respondí con otra sonrisa.
-No, no. Es que jamás pensé que alguien haría una cosa de estas.- Fruncí el ceño. -No estoy acostumbrado.-

Alce la cabeza y le devolvi la sonrisa.

-Este es uno de los encantos de vivir en Manhattan -sonrei de lado, con ironia.

Solté una pequeña risa irónica.
-Pues qué bien. Ya tengo algo más en contra.-

-Pero tambien tiene sus cosas buenas... -sonrei de lado, tomando un sorbo de mi taza- No todo es malo en Manhattan -le dije. A pesar de mis quejas, me gustaba mi ciudad.

Volví a apoyar la cabeza entre las manos.
-Cuenta, adelante.- le dije. Claro que habría cosas buenas... solo que yo aún veía las malas.

-Lo primero es que me tiene a mi, que ya es un punto a favor -rei, bromeando- No, en serio... Esta Central Park, que, para mi, es el mejor lugar de esta ciudad -sonrei de lado- Es ideal para perderse y siempre descubres algo nuevo que nunca habias visto antes. Tienes todos esos clubs nocturnos si te gusta salir de fiesta -sonrei- Y tenemos las 3 de la mañana -rei- La mejor hora para pasear por la ciudad -sonrei ampliamente- Las calles estan vacias y, normalmente, silenciosas. Deberias probar a pasear a esas horas -le aconseje, sonriendo.