Solitaria tarde de cine

Me gasté la bebida y los aperitivos poco antes de que finalizara la película -y eso que yo no solía comer mucho- pero no me importó, pues estaba completamente embobado con la trama de ésta. Una vez hubo finalizado el público estalló en aplausos y yo no fui menos. Las luces se encendieron y me sacudí la ropa de las migas, levantándome y parpadeando para acostumbrarme de nuevo a la luz.

Me levante terminando de tomar mi refresco cuando las luces de la sala se encendieron y mire a Dom con una sonrisa.

-Buena película ¿eh? -sonrei.

Me di la vuelta al escuchar la voz de Agnes, y sonreí, aún parpadeando por la luz.
-Mejor de lo que esperaba.- afirmé, satisfecho.

Me coloque bien la cola que me habia hecho y cogi mi gran bolso, guardando alguna de las chocolatinas que me habian sobrado y encendiendo de nuevo el movil por si me habia llamado alguien.

-Al final no fue una mala idea venir sola al cine -rei, mientras saliamos de la sala.

Sonreí.
-Supuestamente iban a venir mis amigos. Pero no sé, fueron poniendo pegas, aunque a mí me dio igual y quise venir solo.- Me metí las manos en los bolsillos. -Tenía ganas de ver la película.-

-¿Te dejaron abandonado? ¿Tan aburrido eres? -bromee, con mi habitual naturalidad y le mire riendo- Yo no tenia nada que hacer y me apetecia venir al cine... -me encogi de hombros, sonriendo.

Me rasqué la cabeza, incómodo. Reí un poco ante su broma.
-No, no, a ver si me explico. Les avisé con apenas dos horas de antelación.- admití, riéndome. -Pero llevaba planeándolo bastante tiempo. Fue por eso por lo que pusieron pegas.- Hice una mueca. Se acabó eso de dejar las cosas a última hora.

Le mire, sonriendo ampliamente y despues mire la hora; no tenia nada que hacer ni ganas de irme a casa. Mire al chico, de nuevo.

-¿Te apetece tomar un cafe? -le propuse- Bueno, si tienes planes, no te preocupes -le sonrei, agradable.

Volví a hacer una mueca.
-No tengo planes. Al menos no por el resto del día.- Sonreí. -¿A dónde?-

-Podriamos ir a Starbucks -le propuse mientras comenzabamos a caminar a la salida del cine.

Asentí, ya por fin respirando aire puro en la entrada del cine.
-Como quieras. Suena bien,- contesté, sonriendo levemente.

Le sonrei, ampliamente, y caminamos por las calles de Manhattan para llegar a Starbucks.