Nuevo cuadro para mi Suite

El taxi nos dejó en la puerta del hotel y Dan y yo subimos a mi Suite. Abri la puerta y me hice a un lado para que entrase.

Se debatió entre desenvolverle a él o dejar que desenvolviese el cuadro. Sonrió pícaramente.
- Desenvuélvelo, si no te importa.

Rodó los ojos sonriendo pícaramente.
- Ciertamente, yo le veo más atractivo al que lo ha traido, pero todo es cuestión de gustos.
Sonrió y se apoyó en la pared.

Se apoyó en la puerta, repentinamente divertida por el nerviosismo de Dan. Tenía ganas de jugar.
- Todo un placer - dijo taponando la puerta.

Soltó una carcajada y subió una ceja mientras sonreía con maldad.
- No me digas...
Dió un par de pasos y jugueteó con el dedo índice en el pecho de Dan, con cara de niña buena.

- ¿Te pongo nervioso, Dan? - preguntó, cada vez más divertida.

- Pues yo soy muy generosa con las propinas, Dan
Sonrió y le empujó hacia la cama, sentándose sobre él.

Puso su pelo a un lado y se inclinó, rozando los labios de Dan.
- Lo siento...

Rió levemente.
- ¿Qué consideras tú que es 'acabar mal'?
Comenzó a desabrochar su camisa.

Sonrió y se inclinó hacia delante sin importarla que tuviese sus manos agarradas, volviendo a rozar sus labios.

- Empújame, no me importa - dijo dando besos por su cuello.

Quedó sentada en la cama mirándo como se marchaba, sonriendo ampliamente.
- Serena tiene suerte - dijo divertida.

- ¿Estás con ella? - preguntó sonriendo - pensé que solo estaba obsesionada contigo.